domingo, 13 de septiembre de 2009

Experiencias de bibliotecas escolares en la EIB


Existen en el país interesantes experiencias de pequeñas bibliotecas ubicadas en comunidades indígenas y vinculadas con programas de Educación Intercultural Bilingüe, donde se resguardan en forma precaria algunos libros y manuales de texto que intentan paliar la exigencia escolar en los niveles primarios y secundarios.
Se han registrado casos en escuelas ubicadas en la provincia de Salta (Localidad Cuesta Azul) y Chaco (Localidad El Zauzalito) donde es posible consultar en las bibliotecas escolares cuentos bilingües (wichi-español), información local sobre costumbres y tradiciones, y recortes de notas periodísticas recopiladas en carpetas (cultura colla).
En estos casos la biblioteca ha sido un depositario de documentos producidos por docentes y alumnos sobre aspectos esenciales del patrimonio cultural indígena, sin la inclusión de criterios bibliotecológicos que permitan organizar, recuperar y preservar el acervo generado desde sus propios integrantes.
Cabe destacar que en el país se registran muchísimas experiencias con la EIB, que si bien cuentan con situaciones propicias para implementar prácticas bibliotecarias indígenas, no aprovechan sin embargo el espacio bibliotecario siquiera para resguardar la producción de documentos.
A modo de ejemplo, en la provincia de San Juan (Localidad Punta del Agua) docentes involucrados con alumnos descendientes de huarpes, han investigado y recopilado material bibliográfico sobre la cultura. Esto incluyó desde palabras (que los llevó a diferenciar dos dialectos del idioma huarpe: allentiac y milcayac) hasta objetos como restos de jarrones de cerámica y puntas de flechas hallados en basureros de la zona. Esta situación ha generado una dispersión de recursos documentales y la imposibilidad momentánea de preservar el trabajo de investigación que los alumnos y docentes han realizado sobre la cultura de sus ancestros.
En Argentina existen numerosos emprendimientos de proyectos bibliotecarios indígenas que por diversos motivos (fundamentalmente políticos y económicos) terminan abandonándose o se encuentran a la espera de aprobación de subsidios. A modo de ejemplo existe un interesante proyecto en la provincia de Salta con una biblioteca popular ubicada en la comunidad wichi Alto de la Sierra (publicado en "La Yica", boletín informativo de la Comisión de Apoyo a las Comunidades Wichi : Buenos Aires, junio de 2005 – no. 7). El punto de partida se remonta al año 1992. Si bien el proyecto ha contado con el interés y la colaboración de alumnos wichis del polimodal, quienes enfatizaron la necesidad y urgencia de contar con un espacio que les permita consultar libros de texto (en especial literatura), la biblioteca aún permanece a puertas cerradas, a pesar de haber recibido computadoras y libros en donación. Sus máximos responsables, entre quienes se cuenta el cacique Asencio Pérez, no han contado con apoyo municipal para sostener económicamente este emprendimiento cultural.
El mayor obstáculo lo constituyen las sucesivas inundaciones y la falta de personal bibliotecario para la atención al público. Esta región presenta como particularidad la mayor estadística registrada en el país sobre cáncer de útero en las mujeres, si bien se propuso un proyecto relacionado con la asistencia médica y el acceso a información sobre aspectos de salud, las respuestas gubernamentales no han sido satisfactorias hasta el momento.

Quedan por analizar muchas experiencias, y en cierto modo este espacio pretende difundir la Bibliotecología Indígena en el campo de la Educación Intercultural Bilingüe, compartiendo prácticas, sumando voluntades e inquietudes, o bien favoreciendo la solidaridad entre los profesionales de la información que día a día intentan brindar, generalmente sin recursos, un servicio a la comunidad.
Los esperamos.

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